El nombre de Helicriso deriva del griego helios (sol) y chrysus (oro), por lo que significa “Oro del Sol” o “Crisol de Sol”, o lo que es lo mismo, recipiente capaz de recibir la fuerza del sol. El nombre no podía ser más acorde, para una planta que posee multitud de propiedades y cualidades, aludiendo también a sus brillantes y coloridas flores.
El Helicriso, -de la estirpe del girasol, otra de las plantas directamente relacionadas con el Astro Rey-, forma parte de una familia de más de 600 especies de plantas de diferentes regiones geográficas de Eurasia, África, Madagascar y Australasia.
Su representación más popular es el “Helichrysum Italicum”, comúnmente conocido bajo el nombre de Inmortella, Siempreviva, Perpétua o Flor de Papel.


Es nativa del área mediterránea y crece distribuida en países como Italia, España, Francia y países del norte de Africa, siendo muy común en las costas del “Mare Nostrum”. Podemos encontrarla durante todo el año, aunque florece de mayo a julio, y son precisamente sus flores, pequeñas y amarillas compuestas de ramilletes, las que se usan para los fines terapéuticos que a continuación os contaré.
Esta flor, además de tener un color amarillo intenso, se caracteriza por un suave aroma que recuerda el curry, un sabor un tanto amargo y un tacto similar al de una flor de papel.
El Helicriso ofrece grandes cualidades como protectora dérmica, cicatrizante, bacteriostática y depurativa, pero las propiedades que más me han llamado la atención a la hora de utilizarlo en mis formulaciones han sido las anti alergénica y antiinflamatoria y que Su aceite esencial es un potente antimicrobiano, antibacteriano y antifúngico, por lo que da unos resultados muy buenos cuando se aplica por vía tópica para cualquier dermatitis, así como para evitar la proliferación de las bacterias que puedan aparecer con el rascado. También es altamente efectivo para el tratamiento de hongos, y es muy recomendable para ojeras, para calmar el dolor, reducir la hinchazón y para las picaduras. Es rico en flavonoides y triterpenos.


En mi caso he decidido utilizarlo por primera vez en la elaboración de un champú para la dermatitis del cuero cabelludo, el cual estará disponible en la tienda on line a partir del mes de septiembre.
Después de estudiar a fondo las diversas propiedades e indicaciones que posee el Helicriso, seguramente lo incluya en alguna que otra fórmula, pues me parece que posee una magia muy especial, como todas las plantas que mantiene esa estrecha vinculación con el Sol.
Destaca por sus beneficios sobre la alergia, ya que es un potente antihistamínico, que reduce la respuesta en la liberación de histamina con unos resultados muy positivos para las alergias que afectan a la piel. A todo esto hay que sumarle, que el Helicriso es capaz de estimular la secreción propia de nuestro organismo de hidrocortisona, lo que potenciará todavía más sus propiedades contra las alergias, dermatitis y otras afecciones de la piel como eczema y psoriasis.


En la medicina tradicional también se han tenido muy presentes sus diversos beneficios como:
- Curar heridas, cortes y rasguños por su acción cicatrizante y regeneradora, ayudando también en las quemaduras sufridas a causa del sol
- Es ideal para luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel, pues resulta rico en antioxidantes y sus propiedades se pueden aprovechar también para fines estéticos.
- Desinflamar tejidos, ayudando contra la retención de líquidos. Puede ser ideal en las lociones post afeitado, por ejemplo, para calmar la dermis y dejarla más suave
- Mejorar la circulación sanguínea, evitando la formación de hematomas tanto internos como externos, de modo que ayuda a prevenir la formación de varices.
- Aliviar el dolor y la tensión muscular, ayudando a curar afecciones reumáticas y lesiones deportivas, como torceduras, esguinces, tendones y diversos dolores musculares y contusiones.
- Combatir infecciones provocadas por hongos como el C. albicans.
- Combatir acné y otras irritaciones cutáneas por su poder antibacteriano.
Os comparto unas diapositivas de mi querida planta de Helicriso, desde el huerto al molinillo, con todas las fases del proceso de recolección y secado. Una vez deshidratado y habiéndose evaporado ya el agua, se asemeja realmente a una florecilla de papel.
¡¡Deseando formular el champú!!!


Por aquí os dejo unas «Notas Naturales» adicionales sobre el Helicriso:
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