El oficio de tallera, -persona que trabaja recolectando plantas silvestres-, era muy habitual hace décadas en zonas rurales y agrícolas. E sta labor se fue perdiendo con el tiempo debido a la industrialización. También el estado de los montes era otro antiguamente, y mucho mejor, pues estaba al cuidado de las personas que aprovechaban sus recursos, y que se encargaban por este motivo de su saneamiento.

Saber cómo recolectar y en qué momento hacerlo; conocer las propiedades de los centenares de especies del jardín botánico silvestre de nuestros parajes naturales; aprender cómo elaborar extractos naturales sencillos aprovechando al máximo los principios activos de la Medicina de las plantas. Son tareas que merecen ser compartidas con el mayor número de personas. Son saberes de los que tod@s merecemos tener al menos una noción básica.

La recuperación de estas tradiciones, es una forma de colaborar en la reapropiacion de estos conocimientos por parte de las personas. Es también una forma de cuidado y amoroso diálogo con la Madre Tierra.

Tomar conciencia que las personas y las especies de todos y cada unos de los reinos sin excepción, somos parte retroalimentaria de este único y gran ser vivo que todos por igual habitamos, es una cualidad tan digna, que habría de hacer distinguir entre los verdaderos seres humanos… y aquellos otros cuyo fin vital es la depredación.

Recordemos esta maravillosa interconexión y volvamos a nuestro origen. Gracias a Encarni Quesada Herrera y a la Asociación Federica Montseny por esta bonita propuesta. Gracias a Marcela Castro por captar con especial sensibilidad las bellas diapositivas de este hermoso encuentro de mujeres aprendices talleras…una servidora incluida.

Taller realizado el 8 de Mayo de 2021 en Monachil, Sierra Nevada.