El término Solsticio proviene del latín sol [«Sol»] y sistere [«permanecer quieto»].
Durante unos días antes y después del Solsticio, la trayectoria del Sol por el cielo parece detenerse…y de ahí el nombre de este fenómeno astronómico.
Las antiguas tribus germánicas, eslavas y celtas en Europa celebraban el solsticio de verano con hogueras.
Era la noche de los festivales del fuego y de los oráculos para el amor y la adivinación.
Otra de las funciones de las hogueras era generar una magia simpática con la que dar un impulso a la energía del Sol para que se mantuviera potente en el resto de la temporada de crecimiento y así garantizar una cosecha abundante.
Litha es la celebración del solsticio de verano de la rueda celta, es el día más largo y la noche más corta del año, y ésto ocurre alrededor del 21 de junio.
El Sol se encuentra en su cenit, el punto máximo en el cielo, compartiendo su luz, fuerza y calor con la Tierra, que se encuentra vibrante, llena de vida y florecida.
En la tradición Celta la palabra Litha, significa fuego y se utiliza para denominar la luna del sexto mes, también llamada luna de miel, debido al periodo de abundancia de esta época. La tradición sostiene que este es el mejor momento para cosechar la miel de las colmenas de abejas.
Esta época del año, entre la siembra y la cosecha de los cultivos, era el mes tradicional para las bodas. Estos pueblos antiguos creían que la gran unión [sexual] de la Diosa y el Dios se producía a principios de mayo (en Beltaine). Como competir con las deidades traía mala suerte, muchas parejas retrasaban sus bodas hasta junio y en algunas tradiciones, las parejas de recién casados eran alimentados con platos y bebidas con miel para el primer mes de su vida matrimonial, a fin de fomentar el amor y la fertilidad. El vestigio superviviente de esta tradición sigue vivo en el nombre que se les da al período que disfrutan los recién casados inmediatamente después de la boda: la luna de miel.
Para la tradición Celta, Litha simboliza el dejar atrás lo viejo para abrirse a lo nuevo, siendo un momento idóneo para celebrar la vida, la fertilidad, la renovación y las buenas cosechas, en abundancia interna y externa.
Agradeciendo al Sol y al agua por la vida que traen, es así mismo el momento indicado para recolectar hierbas y plantas medicinales, puesto que están más cargadas que nunca de la energía de la luz solar y toda la fuerza de la tierra.
Recolección de aromáticas en el Solsticio…
El resultado de la recolección puede ser confeccionar con las plantas sahumerios para purificar espacios o personas, emplear las hierbas para hacer con ellas bolsas aromáticas y/o medicinales con las que aromatizar espacios de la casa o realizar ofrendas y peticiones; también se puede dejarlas secar para preparar con ellas infusiones, emplastes, macerados de hierbas en aceites para bálsamos, tinturas, agua florida…
En mi caso voy a utilizarlas para todos y cada uno de los ejemplos que os he dado, pues he recolectado de mi huerto en estos días de Solsticio varios kilos de plantas aromáticas y medicinales como el romero, la salvia, la melisa y el helicriso. Os dejo por aquí el enlace de una entrada que compartí el año pasado sobre éste.
Al igual que el Helicriso, otra planta que también recolecto en estos días, ésta de manera silvestre, y que tiene una especial relación con el Sol, la Luz y sus ciclos y que os explicaré toda su curiosa magia mas abajo, es el Hipérico o Hierba de San Juan.
Transitar la ciclicidad de la Tierra nos enseña mucho acerca de nuestros procesos internos y cómo aprovechar las energías externas para ir evolucionando hacia mejores versiones de nosotr@s mism@s.
Según el empleo o utilidad que vayamos a darle a las plantas, haremos uso de las mismas cuando estén aún frescas, si lo que deseamos es que la energía de la planta permanezca de una manera más intensa o si vamos a hacer uso de ellas de manera inmediata. En algunos casos dejaremos que se sequen por completo antes de utilizarlas, si lo que pretendemos es usarlas pasado un tiempo desde su recolección.
Preparación de Sahumerios…
Lo primero que he preparado son unos ataditos para sahumar espacios, con una mezcla de Salvia y Romero. Es conveniente recordar que la finalidad de estos atados no es aromatizar espacios o estancias, sino purificarlos a nivel energético.
La Salvia
Es una planta medicinal y aromática muy reconocida: su nombre científico es Salvia apiana, del latín salvare – curar-.
Los druidas celtas la utilizaban para incrementar su sabiduría y durante sus rituales de sanación y protección. Muchas culturas nativas de EEUU se sahumaban con la salvia para purificar cuerpo y espíritu.
El Romero
De tan común que es olvidamos sus propiedades. Es una planta tonificante que activa las buenas vibraciones y limpia las malas energías. También se usa en rituales de protección para bendecir personas y lugares. Después de quemarlo genera un ambiente sano que desprende paz y bienestar.
Para los sahumerios me gusta utilizar las plantas semifrescas porque con ello eliminamos el riesgo de que al estar frescas se generen hongos en el interior de los atados por la propia humedad de la planta. Tampoco se podrían hacer si la planta está demasiado seca, puesto que en tal caso su manipulación sería más dificil y se romperían.
Por aquí os dejo un video con el ejemplo de cómo hacer los atados de hierbas para sahumar:
La planta más mágica del Solsticio de verano…
Y bueno….ayer cumplí con un ritual que año tras año realizo en esta fecha: la recolección silvestre del Hipérico o Hierba de San Juan, la planta por excelencia del Solsticio de Verano. Esta planta tiene una estrecha relación con la Luz, y por ello desde antiguo se recoje en el día del año en que más horas de luz hay. Este hecho ayudando a que además se concentren mayor cantidad de principios activos y propiedades terapéuticas en ella.
El hipérico fue llamado en la edad media “espantadaemonum”, y a las personas con trastornos del comportamiento se les consideraba endemoniados. Si se les daba a tomar hipérico, su estado de ánimo mejoraba y se consideraba pues, que gracias a esta planta el “demonio” las habría abandonado. También se usaba en sahumerios de purificación mágica, en aquellos lugares en los que reinaba el sufrimiento y la oscuridad para atraer hacia ellos energías más luminosas.
En la actualidad se sabe que la mayoría de sus acciones curativas se deben a un pigmento rojizo, la hipericina, que actúa a nivel bioquímico aumentando las cantidades de serotonina en nuestro organismo, mejorando estados depresivos en los que se produce una disminución de este neurotransmisor.
Pero el estado depresivo podríamos también contemplarlo como una situación de falta de Luz, un estado de desánimo, en el que la persona se siente sin motivación ni ilusión en su vida, sin claridad para tomar un camino, sin fuerzas para tomar una resolución frente a una situación vital de bloqueo…. el hipérico ayudaría en esta situación por ser una planta de Luz.
El pigmento rojizo lo podemos observar en el borde de sus pétalos y si miramos al trasluz sus hojas veremos puntitos transparentes, como huecos o agujeros que contienen en su interior este pigmento, y por los cuales, esta mágica planta también deja pasar la Luz, de ahí su nombre botánico «Hyperycum Rerforatum». Esta forma perforada también hace alusión a que es una planta que cura y cicatriza heridas, reparando pues la piel herida o perforada.
Otra de las grandes propiedades del hipérico es su efecto sobre quemaduras e inflamaciones; podríamos decir pues, que cura el exceso de luz y de calor. Es curioso cómo esta planta ama tanto la Luz, tanto que la sigue atrayendo, denominándose esta propiedad fotosensibilización. ¡Ojo con esta peculiaridad! pues si se aplica algún preparado de hipérico sobre la piel, ésta va a atraer más la Luz, pudiendo producirse quemaduras, por lo que hay que proteger la parte tratada con hipérico de la luz solar. También son especialmente sensibles a un tratamiento vía interna con esta planta, las personas de piel muy blanca y ojos claros, ya que son mucho más sensibles a la acción del sol. En tal caso el tratamiento con hipérico sería recomendable hacerlo fuera de época estival.
Otra singularidad de esta maravillosa planta es que también ayuda a eliminar productos dañinos de nuestro interior al estimular la función detoxificadora de los citocromos hepáticos. Esto induce la eliminación de muchos productos químicos, entre ellos un gran número de medicamentos, de ahí las numerosas interacciones del hipérico con muchos fármacos.
El Hipérico es mi planta guía….siempre me asombra su efectividad y la magia que guardan sus múltiples propiedades; adoro su olor en mis dedos después de recolectarla. Nunca falta en mi botiquín casero, pues resulta un bálsamo increible para cualquier problema de la piel, pudiendo ser aplicada sobre heridas, quemaduras, dermatitis, irritaciones o inflamaciones de la piel, ya que posee un gran efecto antiinflamatorio y cicatrizante. También la preparo en tintutra para su uso interno, en caso de ansiedad y decaimiento.
Para elaborar aceite de hipérico:
Recoger las puntas floridas de la planta y rellenar con ellas un frasco de cristal, cubrir la planta bien con aceite de oliva virgen de primera presión en frío y dejarlo expuesto al Sol y la Luna durante 40 días y 40 noches. Transcurrido este tiempo, el pigmento presente en la planta pasará al aceite y quedará teñido de color rojo sangre. Filtrar con una tela de algodón y exprimir bien. Guardarlo en un frasco de color oscuro protegido de la luz y en un lugar preferentemente fresco y seco.
Otros preparados herbales para el Solsticio…
Os comparto por último algunas fotos de otros de los preparados herbales que he elaborado en estos días:
Es el momento de recibir toda la fuerza y bendiciones para el camino que tenemos por delante, que se llenen de calidez y luz los días por venir, para cuando el sol vaya menguando, y la luz decayendo.
«Nuestros antepasados recogían toda la medicina de las plantas recolectando las hierbas y flores sanadoras para todo el año, desde el momento exacto del solsticio hasta la tarde del 23 de junio, en el que las mujeres mayores hacían la cosecha mágica de las flores, las colocaban en agua y las dejaban toda la noche bajo la Luna para que recibieran el rocío de la madrugada. A la mañana se lavaban la cara con ese elixir de belleza, remedio protector contra la envidia y medicamento sanador milagroso. Según la tradición, las plantas venenosas ese día pierden sus propiedades dañinas, y las salutíferas y protectoras multiplican sus virtudes».
QUE LA LUZ DEL SOL
ILUMINE TODOS Y CADA UNO
DE VUESROS CORAZONES SIEMPRE
Hola!! Donde puedo recolectar hierba de dan juan en madrid? Me encanta tu blog